Madrid, 2009.
No esperaba eso. ¡Me sentí tan ofendida!
Mi ginecóloga, la mujer que miraba con admiración, me decía: ¿Parto natural has dicho? ¿Que quieres parir con las cabras en el campo?
No... decía casi susurrando, no quiero parir en el campo, solo pensaba que… no importa.
Lloré 3 días.
Este año el lema de la semana mundial del parto respetado es: Mi decisión debe ser respetada.
Respeta mi decisión = no me ridiculices, aunque piense o diga una locura para ti.
Busqué entonces por internet: parto natural. A ver si era parir con cabras. Me salió un articulo que explicaba que para un parto en casa, tienes que tener una ambulancia en la puerta.
No quería ambulancias en la puerta.
Así que ¨decidí¨ ir al hospital.
Respeta mi decisión = cuéntame la verdad.
Estoy de parto.
En el hospital, en uno de los tactos vaginales, de repente me sentí muy mojada, y cuando pregunté me decía la matrona: te he roto la bolsa.
¿Por qué no me has dicho antes? le pregunté.
¿Pero no has visto que llevo una lanceta? me contestó, ¿Qué pensabas que iba a hacer con ella?
Pues no, no lo vi. O quizás sí. Pero en aquel momento no era matrona aún y no tenía ni idea de para qué servía ese plástico.
Respeta mi decisión = respétame como persona.
El paritorio al que me pasaron para la salida de mi niño parecía un quirófano verde y con luces frías. En la pared había una gran figura de Jesucristo cruzado y sangrando. Pensé que la pusieron allí para las mujeres que morían durante el parto. Pensé que era posible que me iba a morir. No quería verlo, estaba incómoda y asustada.
Pedí incorporarme, aunque sea un poco la cabecera nada más. Me decían que no.
Respeta mi decisión= déjame sentir segura para poder tomar una decisión.
Cuando nació mi niño, agradecí tanto a todo el mundo…
¡Gracias doctor! ¡Que buen trabajo has hecho! Perdón por ensuciarte la bata con sangre.
¡Gracias matrona! No podría pedir una persona más antipática, perdón, mmm… persona seria en el trabajo iba a decir, ¡¡gracias!!
Málaga, 2013.
Atiendo una mañana de sesión clínica. Dos residentes de ginecología comentan sobre la posibilidad de resolver el aborto espontáneo con pastillas en vez de legrado.
A algunos médicos no les gusta nada la idea. Uno de ellos se levanta y dice: el problema con vosotros, ¡es que informáis a las mujeres! No, no, no, ¿¿en serio acabo de oír esto??
Respeta mi decisión= no seas un pu%x cobarde, ten un mínimo de valor (y ética) e infórmame sobre todas las alternativas.
¿Puede ser que ¨respetando decisiones¨ y el parto respetado, es todo falso y depende de la fuente de información?
Si te amenazan, te asustan o te informan parcialmente, te digo esto: tu decisión no vale para nada. En realidad estaba ya tomada por ti. Y tu consentimiento informado es todo menos eso.
Un parto humanizado quiere decir que te tienen que tratar como una persona humana, como un ente que piensa y decide. No como una máquina expendedora de niños, sin voz, voto ni voluntad.
Casa, 2015.
Nace mi segundo hijo como yo quería. Esta vez sentí que nació gracias a MI. Esta vez la decisión fue mía.
Respeta mi decisión= acepta que decido.
Shiran Efraty, matrona.
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