
Parto activo y parto natural.
Me preguntan si hay alguna diferencia entre el parto natural y el parto activo.
La respuesta es que no.
Realmente un parto activo es un parto natural.
¿Entonces?
Lo que pasa es que el término parto natural hoy día está malinterpretado y se hace referencia a cualquier parto que acaba vía vaginal. Pero el parto activo va más allá.
El parto activo es el parto donde la mujer es la protagonista de su parto, la mujer se conecta con su cuerpo y sigue sus instintos más profundos. En el parto activo la mujer sabe cómo moverse y qué postura adoptar para facilitar el paso de su bebé al mundo. Es la forma más segura de parir y así lo afirman los estudios científicos. Si esta capacidad es innata ¿por qué hace falta preparase al parto activo? Simplemente porque en nuestra cultura occidental ya no tenemos ejemplos a seguir.
La gran mayoría de las embarazadas nunca han visto un parto natural. Ni en el hospital, ni en la tele, ni en dibujos. La imagen que nos enseñan desde pequeños de lo que sería un parto, es casi siempre la misma: una mujer acostada en la cama del hospital, las piernas arriba, con paños verdes por todas partes, sin moverse y un médico con mascarilla le da instrucciones: empuja empuja.. ¿y eso de natural que tiene?
Re-aprender.
Para volver a tener el control sobre ese proceso único y maravilloso que nos ha dado la naturaleza, necesitamos re-aprender lo que nuestro cuerpo sabe ya. Necesitamos entrenar y practicar posturas y movimientos que por nuestro estilo de vida occidental no solemos hacer (¿Quién se pone de cuclillas hoy en día para ir al baño?) . ¡Practicar nos facilitaría el parto mucho! Si nuestro cuerpo aprende las posturas, aprende los movimientos durante el embarazo, lo haremos de forma instintiva durante el parto.
Lógico, ¿no?
Shiran Efraty, matrona
Debemos volver a desaprender lo aprendido y seguir más nuestro instinto… ojalá muchas mujeres tengan esa oportunidad!
Exacto! Dar a la mujer esa oportunidad es el gran labor de la matrona. Por una parte es lo que la matrona debería enseñar en las clases de preparación al parto ( no me gusta llamarles educación maternal, no creo que estemos para educar a las mamas) , y por otra parte, sería garantizar a la mujer que elige parir en el hospital, lo más básico del parto- libertad de movimiento!
Oh, realmente empoderante. El imaginario colectivo actual es desolador, hasta el punto de tener que escuchar; “para qué te informas tanto si para parir lo único que tienes que hacer es ir al hospital y allí te lo sacan”. O de tener que ver muñecos criados a biberón y chupete, porque se ve que llevar de complemento del muñeco un sistema de porteo para “amamantarlo” dentro no se lleva…