Este es un post muy sincero.
Acabo de firmar un contrato para trabajar como matrona en un hospital este verano.
Lo he puesto en mi story y he recibido muchos mensajes del tipo…
– ¡Ojalá te dure mucho! ?¡Qué alegría Shiran, un contrato!
No no no.
Yo no quiero que dure mucho. No quiero trabajar mucho teniendo formaciones a desarrollar, alumnos que atender y 4 niños en casa.
Las guardias de 24 horas no están pagadas, creedme.
¿Por qué entonces lo he cogido?
Porque las redes sociales tienen un truco:
Te rodean de personas que piensan como tú.
Los que no, dejan de seguirte o pierden interés y el algoritmo deja de enseñarles tu cara.
Por eso, nos dan la sensación, de que todos queremos y creemos en lo mismo.
Todos somos de futbol
o todos todos somos amantes del parto natural (como es mi caso)
o nos encantan las joyas (también mi caso ;))
La realidad es otra.
Creo que los que nos dedicamos a la docencia no podemos perder el contacto con la realidad.
No es lo mismo llegar desde un mundo ideal,
donde se trabaja siempre de maravilla y enseñarte como hacer las cosas,
a enseñarte pero conociendo el sistema, las barreras que existen aquí y lo difícil que es cambiarlas.
Así que con toda la sinceridad del mundo,
me siento que vuelvo al hospital para volver a la vida real,
para volver a sentir el porqué de las cosas en mis huesos.
Volver al por qué hago lo que hago,
y por qué tengo que seguir haciéndolo.
Coméntame abajo, ¿Qué te ayuda a seguir haciendo lo que haces a pesar de las dificultades que encuentras por el camino?
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