¿Cómo podemos elegir la mejor postura materna para el parto?
Primero de todo, te digo que no existe la mejor posición.
Dependiendo de la posición de tu bebé, de la fase del parto, de las hormonas, de tu cansancio e incluso de tu nivel de actividad diaria, tu cuerpo te va a pedir estar en una posición u otra.
Por ejemplo, la posición de cuclillas.
Aunque pueda ser muy beneficiosa para la salida del bebé, si casi nunca te has puesto en cuclillas antes del parto, es difícil que tu cuerpo te la pida.
Entonces, la primera regla (y más importante) para la mejor posición durante el parto es la libertad completa de movimiento: Estar fuera de la cama, en un espacio que te permita moverte sin que nada te limite y sin pensar.
Einstein decía “el movimiento genera movimiento”.
Así que si quieres que tu bebé se mueva durante el parto, rote y descienda, te tienes que mover tú también. Y si lo dice Einstein, me lo creo.
La evidencia científica también lo avala.
El movimiento en el parto:
- Acorta el tiempo del parto.
- Disminuye la necesidad de usar la epidural.
- Reduce el riesgo de tener una cesárea.
No tiene ningún efecto secundario. Solo beneficios.
A pesar de eso, 3 de cada 5 mujeres de parto no han salido de la cama durante el parto. No tiene lógica, ¿verdad?
¿Qué puedes hacer para ser de estas dos que disfrutan de la libertad de movimiento en el parto?
Te quiero dar 3 consejos.
1. Elige un lugar para parir que anime y dé importancia al movimiento.
Las dos fotos son paritorios. ¿Qué sala de partos invita más a moverse?
Cuando han preguntado a las mujeres por qué no se han movido durante el parto, la mayoría ha contestado que estaban conectadas a muchas cosas. Hay varias intervenciones que limitan el movimiento, por ejemplo llevar una vía con suero, la monitorización continua y la epidural.
2. Elige un lugar para parir que limite las intervenciones al mínimo necesario.
Los estudios han revelado que uno de los factores que mejor apoyan el movimiento y el progreso del parto es un apoyo continuo durante el parto.
3. Asegúrate de contar con un buen apoyo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda cambiar posiciones durante todo el parto.
Algunos criterios para elegir una buena posición de parto son:
PRIMER CRITERIO: VERTICALIDAD.
Si tuviera que elegir un criterio, te diría que lo más importante es buscar posiciones verticales. Parir tumbada no tiene sentido. ¿Sabes por qué?
Cuando estamos en vertical:
- Los bebés descienden para nacer. Trabajar con la gravedad siempre es buena idea. Pregunta a Newton.
- Si te tumbas, el peso del bebé, la placenta, el líquido amniótico y el útero presionan los grandes vasos y disminuye el riego sanguíneo al bebé.
- El útero tiene una inclinación natural hacia delante. Si tiene que trabajar contra la gravedad las contracciones duelen más.
- La parte inferior del sacro se abre y aumenta significativamente el diámetro del espacio inferior de la pelvis. Si el sacro está frenado por la cama, disminuimos los diámetros y la salida del bebé puede ser más dificultosa.
- El sacro tiene forma de tobogán que dirige al bebé hacia delante y abajo. Si estás sobre tu espalda, el tobogán se orienta hacia arriba. Y estás trabajando contra la gravedad…
Algunas posiciones verticales para inspirarte:
SEGUNDO CRITERIO: SACRO LIBRE.
El sacro frenado, como hemos visto, disminuye el espacio que tiene el bebé para salir.
Aquí tienes dos posiciones con el sacro libre.
TERCER CRITERIO: PELVIS LIBRE.
Si tenemos la pelvis apoyada, nuestro rango de movimiento está limitado.
Ya lo vimos, el movimiento genera movimiento.
Vamos a elegir posiciones que permitan moverse de manera libre.
*Una excepción aquí sería la pelota de parto. Aunque estemos sentadas, la pelota es flexible y blanda y permite completa movilidad.
CUARTO CRITERIO: APERTURA DE DIÁMETROS INTERNOS.
Hay ciertos movimientos que abren el espacio dentro de la pelvis.
Depende dónde se encuentre el bebé, nos interesa abrir la entrada o la salida de la pelvis.
* Imágenes extraídas del libro Preparing for Gentle Birth, de Blandine Calais – Germain.
Cuando la mamá tiene libertad de movimiento y se siente cómoda, tranquila y segura, no necesita pensarlo. Su cuerpo ya sabe lo que tiene que hacer. Sólo necesita dejarse llevar.
Y para dejarse llevar, necesita sentir que no está siendo observada. Por eso, la intimidad, las luces atenuadas, el ambiente tranquilo y el acompañamiento amoroso son necesarios.
Dos posiciones similares, pero no iguales. Cada una abre un diámetro diferente.
VOLVAMOS A LO TRADICIONAL.
Volvamos a la posición de ACOSTARSE SOBRE LA ESPALDA y analicémosla juntas, ¿te parece?
Primer punto: ¿es vertical? No. Totalmente contra la gravedad.
Segundo punto: ¿El sacro está libre? No.
Está frenado por la cama.
Tercer punto: ¿La pelvis tiene libertad para moverse? No.
Está apoyada en la cama.
Cuarto punto: ¿Se abre algún diámetro interno?
Mmm…. ¿Qué piensas? Tienes razón. Tampoco.
Espero que te haya ayudado con este artículo a entender un poco mejor la importancia de las posiciones maternas.
Shiran Efraty.
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