Hace unas semanas subi una foto mía al story. Es esta:
He recibido varios mensajes preguntando si tengo una diastasis abdominal y si la estoy tratando.
La respuesta es sí y sí.
Tras 3 embarazos de 4 niños, 3 de ellos en 2 años, mis rectos del abdomen, al igual que mi vida social, se han separado.
Por esa diástasis no me vais a ver en bikini en la playa.
Pregunté a un cirujano, y tras una valoración de 2 segundos, me dijo que la solución era la abdominoplastia.
Qué esperar… cuando le preguntas a un carnicero qué comer, no te va a decir tofu.
Como no soy de carne, decidí darle otra oportunidad a la recuperación fisiológica antes de cortarme la barriga.
Me he puesto en manos de la maravillosa @elena_molinagarcia, mi super experta fisio, y lo estamos trabajando.
Entre la radiofrecuencia, la eco y las respiraciones compartimos casos clínicos.
Mis conclusiones son:
- Las mujeres, especialmente tras la cesárea, episiotomía, desgarros importantes, embarazos múltiples, partos instrumentales o cualquier síntoma, deberían acudir a una consulta de suelo pélvico.
- Profesionales realmente expertos en el tema son pocos poquísimos. Si conoces alguno no lo sueltes 😉
- El trabajo multidisciplinar matrona-gine-fisio, debería ser integrado y ofertado a todas las mujeres a través de la seguridad social.
- Dejo el último punto para escuchar tu opinión: ¿la formación universitaria de suelo pélvico debería ser exclusiva para fisio o deberían dejar acceso también a matronas?
¿Algo mas que añadirías a estos puntos?
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!