Mi cuerpo no me quiere.
Mar está embarazada. Está de 41 semanas. Es su primer embarazo.
!¿Pero por qué dices eso?” – le pregunté.
Lleva 3 noches sin dormir casi nada. Tres noches yendo a urgencias pensando que está de parto.
“La cosa es – me dice- que las contracciones son muy fuertes. Cada 2-3 minutos. ¡Duran horas y horas así!“
Voy al hospital y pienso: “me van a decir que estoy de 6 u 8 cm por lo menos”.
Llevo toda la noche con ese dolor y cuando llego al hospital, me hacen un tacto y ponen una cara que ya me deja claro lo que me van a decir:
“No estás de parto. Apenas 1 cm”.
Hasta me decían el otro día: “¿Otra vez aquí? ¿Si lloras ahora qué va a pasar cuando estés de parto de verdad? Vas a flipar”
Las contracciones se van, me dan de alta y vuelvo a casa, desesperada. ¿¿Qué me pasa??
Tu cuerpo te quiere.
Creo que sé lo que le pasa. Y por qué.
Quedamos al día siguiente en la consulta.
Le palpo la barriga y confirmo lo que pensaba: el bebé está en posterior y está encima del pubis. Tan encima, que su frente sobresale.
“Tu cuerpo te quiere – le digo.- Tu cuerpo hace lo que puede para ayudar a tu bebé a entrar en la pelvis. Por eso pasa eso”.
Se siente aliviada.
Trabajamos y le doy unas pautas. Técnicas de OPF para optimizar la posición del bebé.
Esa noche no tuvo contracciones. Su cuerpo necesitaba descansar.
Al día siguiente.
Me manda una foto de ella con su bebé.
“¡Lo hemos conseguido! Ha sido intenso pero rápido. Me quedé en casa mucho tiempo para no hacer el ridículo de nuevo, y cuando llegué al hospital ¡estaba con 6cm!
¡Muchas gracias!”

De nada.
Juzgar a la mamá por tener demasiado dolor con muy poca dilatación, es no entender lo que su cuerpo nos está contando. ¿No crees?
Shiran Efraty, Matrona.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!